• Precisión Mejorada: Con una precisión de hasta 0,05 mm, proporciona mediciones extremadamente precisas, lo que es crucial en trabajos de alta precisión.
• Durabilidad: El acero inoxidable garantiza una larga vida útil del calibre, resistiendo la corrosión y el desgaste incluso en entornos difíciles.
• Confiabilidad en las Mediciones: El usuario puede confiar en las lecturas proporcionadas por el calibre, lo que es esencial para la calidad y exactitud en la fabricación y ensamblaje de piezas.
• Facilidad de Uso: Gracias al freno pulsante, los usuarios pueden realizar mediciones estables y cómodas, reduciendo errores y mejorando la eficiencia del trabajo.

El calibre analógico de acero inoxidable con freno pulsante es una herramienta de medición de alta precisión, diseñada para ofrecer mediciones exactas hasta 0,05 mm.
Fabricado en acero inoxidable, este calibre es resistente y duradero, ideal para su uso en diferentes entornos, incluyendo aquellos con condiciones más exigentes.
Su función de freno pulsante permite al usuario bloquear la posición del medidor para una lectura más estable y precisa.
Este tipo de calibre es comúnmente utilizado en talleres mecánicos, laboratorios y en la industria de la manufactura para mediciones detalladas de piezas y componentes.

Calibre monoblock con freno pulsante.
Hecho de acero inoxidable.
Cromado.
Precisión de 0.05 mm.

Recomendaciones de Uso:
Antes de usar, asegúrate de que el calibre esté limpio y libre de cualquier residuo o suciedad.
Al medir, utiliza el freno pulsante para bloquear la posición y obtener una lectura más precisa.
Evita aplicar demasiada fuerza al calibre para prevenir daños en las partes delicadas.
Después de cada uso, retorna el calibre a su posición cero para mantener su precisión.
Guarda el calibre en un lugar seguro y seco para evitar daños por caídas o exposición a elementos dañinos.

Recomendaciones de Mantenimiento:
Limpia regularmente el calibre con un paño suave y seco para eliminar partículas y líquidos que puedan corroer o ensuciarlo.
Realiza calibraciones periódicas para asegurar que el calibre mantenga su precisión a lo largo del tiempo.
Almacénalo en un estuche protector cuando no esté en uso para evitar daños por golpes o el contacto con sustancias corrosivas.